Porque la decisión de tener un perro como mascota tiene que ser una decisión responsable. Al adquirir un perro adquirimos también nuevos compromisos frente a la sociedad, nosotros mismos y también, con el perro.
Cuando acogemos a un perro en casa no debemos olvidar que estamos incluyendo a un animal dentro de nuestra sociedad humana. Hacemos que nuestros animales vivan en un mundo de humanos bajo nuestra cultura y nuestras reglas; y puesto que un perro es un animal y no un ser humano, muestra sus dificultades para adaptarse a este estilo de vida que nosotros, sus propietarios les presentamos. Por eso, es responsabilidad de cada uno educar al perro en consecuencia.
Un adiestramiento no sólo debe limitarse a la corrección y solución de malas conductas o hábitos problemáticos. Cada día son más los propietarios de perros que optan por la decisión acertada de llevar a su cachorro a un curso de adiestramiento y socialización. Adiestrar es enseñar el camino correcto del comportamiento al perro, es una vía de sensatez y responsabilidad que debería estar presente en la vida de todo hogar que acoja una mascota de estas características. Adiestramiento es, por tanto, respeto que demostramos a las tres partes implicadas en la relación: Propietario, animal y sociedad.
No hay que caer en el error de pensar que un perro adiestrado es un animal infeliz. Por el contrario, un perro educado es un perro sano, equilibrado, feliz y abierto de mente; capaz de adaptarse y entender mejor las actuaciones de las personas y qué es lo que sucede en su entorno más próximo.
Ir a clevercan.es
Ir a clevercan.es